sábado, 28 de abril de 2007

Quierou entrar, en tou facultad con sapatillas que nou me miren mal a pasarr...

Pues estaba yo pensando (cosa que procuro no hacer mucho porque esto es como tocarte, que si lo haces mucho se te pudren los sesos y además te quedas ciego y te sale pelo en las palmas de las manos) y me había puesto a recordar mis añitos en la universidad, cuna de mentes inquietas y braguetas más inquietas aún, si bien, todo hay que decirlo, la mente era mucho más facil de saciar cque lo otro, que ya saben ustedes lo que pasa con las mujeres cuando les explicas cosas de libros y de esas de pensar, que se les meten en la cabeza ideas raras como que por detrás es denigrante y menoscaba su dignidad humana (¿su dignidad QUÉ?) y que no, no sabe a yogur. Si es que se pierden las buenas costumbres: empezaremos por el rollo de la igualdad y asi a lo tonto a lo tonto nos acabarán convenciendo de que las pelis de Bud Spencer y Terence Hill eran malas y que Tintín es un icono de nuestros días. Que a los intelectuales no se les puede dejar solos, joers, que mira que lo he dicho veces. Que se aburren y se les ocurren unas cosas muy raras.

Bueno, el caso es que me habia puesto a recordar, cual 20-de-abril-del-90-holachatacomostas, aquellos dias plácidos y serenos pasados en ese templo de la erudición, la mentalidad librepensante y el desarrollo intelectual, en el cual pasabamos horas interminables discutiendo, polemizando y arreglando el mundo con lúcida mirada y ácido verbo, más o menos como House pero sin que nos pagasen y peor. Y si creen que es dificil estar peor siendo cojo y teniendo mala leche, es que vds. nunca le expusieron un trabajo Caramés o a fueron a un examen conjunto con Escribano.
Por supuesto, me estaba refiriendo al auténtico corazón espiritual de la universidad española: la cafetería.

No me malinterpreten, oigan. No digo que la pléyade, plétora, plenitud, píelago, panoplia, pandemonio, panacea u/o plexiglas (que pasa, no se me ocurrían más palabros pseudotecnocráticos que empezasen por "p" y de todos modos con los que solté ya tengo pa ganar al Scattergories al 85% de este país, así que se callen, coño) de erudición y spaiencia obtenidas allí no valiesen para nada.
De hecho, conservo mi título universitario con gran cariño y veneración, guardado con mimo, porque se que algún día ha de prestarme un gran servicio que haga mi vida feliz y plena. En concreto, lo guardo para el día que, tras traerme a casa a una obscenamente núbil y exhuberante muchachuela, después de un polvo antológico decida completar el día con algo realmente espectacular. Como el cigarrico de después queda fuera de toda consideración (ver morir a tu abuelo de cancer de pulmón quita bastante las pocas ganas de hcer el gilipollas con el tabaco que tuviese), sustituire tan nicotínico ritual por algo mucho más castizo, mucho más cañí, como es plantar un buen tronco en el aserradero y después frotar amorosamente mi orto con tan suave y exquisito papel, de textura etérea y vaporescente cual el húmedo beso negro de una experta furcia báltica de las caras, de esas de 300 euros parriba sólo por desabrocharte el pantalón. Y firmado por Su Majegstads Don Juan Caglos Pgimego, Gey de Ehpañha. Un papel con fundamento. Un papel, papel. Aquí mariconaes las justas.

En fin, el caso es que todo este rollo, se me había ocurrido compartir con ustedes uno de esos decálogos estúpidos tan "fashion" en la blogosfera que se nos ocurrió a mi y algunos cómplices de horrendos crímenes contra el intelecto explicando una gran verdad de la vida, a saber...

POR QUE LOS UNIVERSITARIOS ZON... UN POCO COMO UN NINJA, ¿NO?.

1) Ambos, entre ellos, hablan un idioma extraño que nadie comprende aunque les suena vagamente reminiscente a su lengua nativa.
2) Ambos son consumados maestros de la topografía, capaces de orientarse a través de un entorno previamente reconocido y memorizado incluso de forma inconsciente o con los ojos cerrados (cualquiera que haya del bus a su clase un dia a las 8 muerto de sueño lo sabe).
3) Ambos poseen arcanos y misteriosos conocimientos que nadie más sabe pa que cojones valen (en el caso de los universitarios, lo malo es que ellos tampoco).
4) Ambos son consumados lanzadores de pequeños objetos metálicos, que pueden proyectar con escalofriante precisión (cualquier universitario lo bastante putamente vago pa no levantarse a ir a pagar los cafés- léase todos- lo sabe).
5) Ambos pueden moverse ágil y diestramente incluso con las manos y brazos ocupados o inmovilizados (en la fotocopiadora de la facultad quisiera yo ver a Hattori Hanzo. Aficionado).
6) Ambos poseen asombrosa resistencia física y mental, y son capaces de comer cosas que harían vomitar a un soltero y sobrevivir días y hasta semanas con mínimo sustento (lease café).
7) Ambos son cosumados maestros de la infiltración y el sigilo, capaces de infiltrarse silenciosos e invisibles cual la sombra de una libélula mixomatósica en un recinto lleno de gente sin que nadie advierta su presencia (ni se dirija a ellos con un "López, llega tarde, ¿sabe?").
8) Ambos son consumados especialistas en la eleboración de extraños mejunjes y preparados de imprevisibles, místicos y a veces hasta mortíferos efectos, tanto líquidos como sólidos (y el que nunca en su vida universitaria haya intentado comer pizza calabresa fría en pa amb tumaca y una taza de cola-cao con el poso de la botella de smirnoff y Rives Lima, es que no ha vivido).
9) Ambos retienen una afilada y nítida lucidez incluso bajo las más severas condiciones, o el efecto de hipnosis, heridas fatales o venenos virulentos (cualquiera que haya expuesto un trabajo de doctorado con una resaca brutal o asistido a una clase con un pedal del 35 sin que le llamen la atención más de dos veces lo sabe).
10) Ambos poseen un exacerbado control corporal, siendo capaces de ajustar a voluntad necesidades como el dormir, comer, beber o cagar, a su voluntad y el momento que más les convenga. El follar, lamentablemente no, pero todo se andará.
11) Ambos son letales y fieros depredadores nocturnos, capaces de permanecer plantados en el mismo lugar durante horas, realizar inusitadas proezas físicas, entrar en mortal combate con implacable efectividad, o aproximarse sigilosamente cual pedo de estafilococo a su presa (los ninjas de hecho son unos mariconas al lado de un universitario tratando de pillar cacho en una cena de fin de curso).

Hale, otro dia más...

2 comentarios:

Rober dijo...

jejejeje, está pillado el espiritu del universitariocavernario XD

Rober dijo...

Ande andas que no sabemos de ti??